Y el comenzo diciéndome:
Soy hombre que le encanta disfrutar de los sonidos del viento.
Yo segui y poco a poco los dos escribimos asi:
De la caricia de las olas y del calor de la arena.
De las sombras de los tejados de otoño,de las ventanas abiertas al atardecer.
De ese mar que se asusta con sus sonidos y las rocas se conmueven con sus caricias.
De esos ojos que brillan cuando sueñan.
De ese plácido ensueño de la brisa que besa los rostros,plácida caricia que se se siente y no se ve.
Mirada perdida de canciones nuevas.
Tu piel enredada en el aroma de mi piel y tu aroma embriagándome en el plácido atardecer.
En ese crepúsculo encarnado se adormecen los sentidos.
Y algo de ti, en ese momento,en ese instante, en todos los instantes y algo de mi en ti.
En tu sonrisa de mar,en las olas tocadas, en las formas que nos esconden.
En el baile de tus abrazos,en la inmensidad de ese azul que refleja el oro de tus cabellos..
cuando el astro rey irradia en ellos para que destaque su belleza.
En la fuerza y dulzura de esos mismos abrazos que reconfortan.
Abraza al mar. No cierres tus brazos solo para albergar tu cuerpo.
Extiendelos como el océano extiende su grandeza al horizonte..
A ese lugar lejano.
